Retablo de la Beata Chiquitunga en CDE, conjunción de arte y fe

El retablo de la Beata María Felicia de Jesús Sacramentado, Chiquitunga, elaborado con unos 70 mil rosarios por el artista Koki Ruiz, exhibido en la explanada de la Catedral San Blas de Ciudad del Este durante tres días (del 31 de agosto al 2 de setiembre) , congregó a miles de feligreses del Alto Paraná e, incluso, del Brasil y Argentina.
La majestuosa obra de arte que expuesta el último fin de semana en la Catedral es la misma que lució el altar de la ceremonia de beatificación de Chiquitunga, el 23 de junio último, en el estadio del club Cerro Porteño, en Asunción. Aun con las inclemencias del tiempo, la gente se acercó en masa para observar la imagen de la Beata paraguaya, diseñada con los rosarios donados por miles de personas para que Koki Ruiz y su equipo de trabajo elaboren el retablo.
Para que la obra del artista misionero sea exhibida en la Catedral trabajó incansablemente un grupo de personas voluntarias, conformado por miembros de la Cámara de Comercio y Servicios, el Consejo de Desarrollo de Ciudad del Este, Club de Leones, Cámara Junior Internacional (JCI), Municipalidad, Diócesis y de la parroquia San Blas, además de decenas de voluntarios que se sumaron a la tarea.
Mons. Guillermo Steckling, obispo de Ciudad del Este, en una de las homilías durante las misas celebradas como parte del programa, valoró el esfuerzo del grupo de personas que hizo hasta lo imposible para preparar esta fiesta del arte y de la fe en tan poco tiempo.
“Se dice que el arte es como el quinto Evangelio. Hay cuatro Evangelios escritos. El arte expresa el mismo, pero con otros medios, muchas veces no con palabras. Por ejemplo, con el canto, con las obras de pintura y de muchas maneras. Dios es conocido como la suma bondad, conocido como el más sabio de todos. Tenemos que adorarle porque en Él hay toda la belleza. Es el mensaje que nos transmiten estos rosarios, que son unos 70 mil. Increíble esta cantidad. Crear la imagen de la Beata María Felicia es una idea original, pero es más que eso. Es algo popular, apreciado por todos, pero no es puro folclore. Los rosarios simbolizan algo vivo, actual y es la oración que sale de los corazones de la gente, especialmente en este país donde nació la Beata Chiquitunga. Ella solía rezar tres rosarios diariamente…”, reflexionó el Obispo.
Refirió que “el retablo nos dice algo más, no solo de nuestra pobre oración sino habla de la persona a quien se dirige nuestra oración. La abundancia del amor divino, la infinita riqueza que solamente se encuentra en Dios”.
Mons. Steckling resaltó que la vida de Chiquitunga es toda una historia de amor. “Comienza con el día más feliz de su vida, que es el de la primera comunión; pasa por el apostolado en Villarrica, en Asunción más tarde; el noviazgo con Saua, y, finalmente, culmina con su llegada al monasterio de Las Carmelitas. Es el amor que se expresa en la fórmula que está en el retablo que Chiquitunga disfraza como si fuera una fórmula química ‘T2OS – Todo te Ofrezco Señor’. Todo, íntegramente, te ofrezco Señor, por tu gloria y la salvación de nuestra alma y, junto con la nuestra, la de miles de almas más. O sea, no rezada solamente por sí misma. Y entre esas miles de almas más, estamos también nosotros. Ella ya rezaba por nosotros y ahora lo hace desde arriba, desde el cielo”.

Leave a Reply

Your email address will not be published.