DIÓCESIS DE CIUDAD DEL ESTE

DIÓCESIS DE CIUDAD DEL ESTE

La Diócesis de Ciudad del Este es una jurisdicción de la Iglesia Católica con sede en la ciudad del mismo nombre, en Paraguay. Fue creada como Prelatura del Alto Paraná el 25 de marzo de 1968 por el papa Pablo VI siendo elevada como nueva Diócesis el 10 de julio de 1993 y cambiada a su nombre actual el 3 de febrero de 2001.

Historia
La historia de la evangelización en el Alto Paraná se remonta a los primeros años del descubrimiento de nuestro continente, cuando los españoles pisaron por primera vez el suelo americano. En 1541, ya con la expedición de Alvar Núñez Cabeza de Vaca, llegaban los primeros religiosos misioneros desde Santa Catalina (Brasil); explorando las selvas vírgenes, llegaron a orillas del río Paraná. Fueron los franciscanos Fray Bernardo Armenta, Fray Alonso de Lebrón y el Presbítero Martín González los primeros misioneros que llegaron a esta región.
El mismo Roque González de Santacruz, después de fundar Nuestra Señora de la Encarnación, en 1615, exploraba ambas orillas del Paraná, llegando hasta los Saltos del Guairá en 1616, abriendo un nuevo e importante camino hacia los pueblos del Guairá; facilitaba a los misioneros Jesuitas una nueva ruta para la evangelización de los indígenas.
El primer pueblo o reducción establecido en el Alto Paraná se llamó “Natividad de Nuestra Señora del Acaray”, en la misma confluencia de los ríos Paraná y Acaray. De dicha fundación participaron los sacerdotes jesuitas Diego Boroa y Claudio Ruyer, como también San Roque González de Santacruz, el 17 de marzo de 1624. Allí se erigió la primera iglesia en honor a la Virgen.
El segundo pueblo fundado se denominó Jesús. Con el afán de evangelizar a los nativos, fue enviado desde Asunción el Padre Jerónimo Delfín para fundar a orillas del Monday un pueblo en el año 1685. Era tan grande la labor misionera en el Alto Paraná por esa época que incluso se llegó a contar con sacerdotes residentes en forma permanente durante quince años en el pueblo de Natividad de Nuestra Señora del Acaray (1624-1638), y seis años en el pueblo de Jesús sobre el Monday (1685-1691).

Alto Paraná contemporáneo
Podemos decir que el Alto Paraná nunca estuvo despoblado, a pesar de su largo silencio en el que se sumió por dos siglos (1691-1894). Efectivamente, un grupo de paraguayos aventureros que iba a los yerbales hacia 1851 descubrió a los indígenas en la población llamada Pira Pytã (Villa Azara), actual Domingo Martínez de Irala, elevado a la categoría de distrito el 7 de julio de 1896. Se abre así una nueva época en el Alto Paraná: tiempo de explotación de la madera y de los yerbales a través de empresarios extranjeros. Protagonistas de esta época fueron los «Mensú”, figura típica de las selvas del Alto Paraná, en los obrajes y yerbales.
También se llegaron a formar los primeros los puertos a orillas del Paraná tales como: Puerto Marangatú, Adela, Sauce, Curupayty, Tacurú Pucú y otros. El mismo Mons. Juan Sinforiano Bogarín, en su primera gira pastoral por el Alto Paraná, mostró gran preocupación por la evangelización de los nativos y de los núcleos poblacionales.

Los Verbitas
Entre los años 1895 y principio de 1900 se fue gestando la venida de la Congregación del Verbo Divino a nuestro país, gracias a las gestiones de Mons. Bogarín para la evangelización del Alto Paraná. Así, el 30 de abril de 1908 era nombrado fundador y superior de la Misión en el Monday el Padre Franz Müller. En 1910 se empezaba a trabajar en la nueva Misión ubicada en el límite entre los departamentos de Caaguazú y Alto Paraná, sobre el Monday, en el lugar denominado Hilario Cué. En 1920 se incorporaron las Hermanas Misioneras Siervas del Espíritu Santo.
Otra Misión fue levantada en 1920 (Misión Karuperá). Lastimosamente estas dos Misiones fueron abandonadas el 2 de abril de 1925, a causa de múltiples dificultades. No obstante, se siguió atendiendo toda la región del Alto Paraná desde Encarnación, tanto a los indígenas como a los paraguayos y demás católicos. En esta labor misional sobresalió el Padre Ricardo Mustch, quien se ocupó de evangelizar y misionar estas regiones por casi medio siglo (1912-1959), recorriendo un tramo de 700 kilómetros.

Los primeros sacerdotes
Con la fundación del entonces Puerto Presidente Stroessner el día 3 de febrero de 1957, fue estabilizándose la población y ya se hacía patente la necesidad de la presencia permanente de los misioneros que venían desde Encarnación. Así, en octubre de 1958, llegaban desde esa zona los primeros sacerdotes para la residencia permanente en Hernandarias: los Padres de la Congregación del Verbo Divino, Bruno Otte y Eugenio Gaal. Hacia el año 1959 llegaba el Padre Guido Coronel, de la Congregación de los Salesianos, instalándose en el Km 20 para trabajar con los colonos venidos del interior del país. Se fundaba así la Colonia Presidente Stroessner (Minga Guazú).

Prelatura
En 1966, Mons. Juan Wiesen tuvo una seria crisis en su salud y presentó renuncia en mayo del año siguiente. El delegado episcopal del Alto Paraná, Padre Francisco Cedzich, quedó con la responsabilidad de continuar su tarea pastoral.
El 16 de mayo de 1968, el nuncio apostólico en Paraguay, Mons. Antonio Innocenti, ejecuta la Bula “Nulla Nos” del Papa Pablo VI, del 25 de marzo de 1968, creando la Prelatura “Nullius” del Alto Paraná como Iglesia particular. La nueva Prelatura integra además los territorios desmembrados de la Diócesis de Concepción y comprende los departamentos de Alto Paraná y Canindeyú. Tiene su sede en la capital del décimo departamento, actual Ciudad del Este. Al mismo tiempo, confió la dirección de la nueva Prelatura al Padre Francisco Cedzich, de la Sociedad del Verbo Divino, elevándolo al orden episcopal (Prot. nº 62/28, firmado por el Nuncio en Asunción, el 13 de junio de 1968).
A Mons. Francisco Cedzich, primer prelado, le sucedió otro alemán. El 25 de julio de 1972 fue nombrado nuevo prelado de la Iglesia local Mons. Agustín Van Aaken, de la Congregación del Verbo Divino. Mons. Agustín asumió la Prelatura en una situación bastante conflictiva, llena de desafíos. Siguiendo los pasos de su predecesor, continuó las pautas y líneas pastorales.

Creación de la Diócesis
Llegó el día de la gran noticia. La mañana del 10 de julio de 1993, toda la ciudad se convulsionó con la grata información desde la Santa Sede de la creación de la nueva Diócesis del Alto Paraná.
En la misma Bula del Papa Juan Pablo II, “Magna Quidem”, fue nombrado primer obispo diocesano Mons. Óscar Páez Garcete, entonces residencial de la Diócesis de San Pedro del Ycuamandyyú. Mons. Páez se hizo cargo de esta Diócesis el 19 de setiembre de 1993.
El obispo Páez Garcete acompañó de cerca el aspecto social en todos los estratos de nuestra sociedad. Se recuerdan sus cartas pastorales como hitos importantes para todos los niveles de la vida de la Diócesis, sobre diversos aspectos de la actividad pastoral diocesana, sobre todo en el tema de la pertenencia a la Iglesia y sus consecuencias. Estuvo al frente de la Diócesis hasta el año 2000, cuando presentó renuncia como Obispo el 4 de febrero del mismo año.

Aceptada su dimisión, fue nombrado por el Papa, Mons. Pastor Cuquejo como administrador apostólico, quien de esta manera retornaba a la Diócesis para dirigir la labor pastoral, hasta el 3 de febrero del 2001, fiesta del Santo Patrono San Blas, en cuya fecha se leyó en la Catedral diocesana la Bula Pontificia que nombraba como nuevo obispo de la Diócesis a Mons. Ignacio Gogorza. Éste se desempeñaba como titular de la Diócesis de Coronel Oviedo. Mons. Gogorza asumió como pastor de esta Iglesia particular el 11 de marzo de 2001.
En el 2004, Mons. Gogorza fue trasladado a la Diócesis de Encarnación y en su lugar fue elegido obispo de Ciudad del Este, Mons. Rogelio Livieres Plano. El Obispo fue consagrado en la Catedral San Blas el 3 de octubre de 2004. En septiembre de 2014 el Papa Francisco destituyó a Mons. Livieres, poniendo como administrador apostólico durante la sede vacante a Mons. Ricardo Valenzuela, obispo de Villarrica del Espíritu Santo, poco tiempo después nombra a Mons. Guillermo Steckling OMI como nuevo obispo y toma posesión el 21 de diciembre del 2014, quien dirige la Diócesis hasta la actualidad.
Mons. Pedro Collar Noguera fue el primer obispo auxiliar de Ciudad del Este, designado por el Papa Francisco en mayo de 2016. Este prelado estuvo apenas algunos meses en esa función, pues en marzo de 2016 fue nombrado obispo de San Juan Bautista de las Misiones, en marzo de 2017.

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