“Donde no hay amor no hay Espíritu Santo”, Mons. Steckling en Misa de Pentecostés

El obispo celebró la Misa de Pentecostés este domingo 09 de junio en la parroquia Espíritu Santo del Área 4 y recordó la importancia de estar conectados con el Espíritu de Dios, porque “así como un dispositivo electrónico depende de que haya energía, de que pase la corriente, nuestra vida cristiana estaría muerta si no pasara la corriente del Espíritu Santo”. Además exhortó a luchar por erradicar los males del corazón, ya que en un lugar donde no hay amor no puede habitar el Paráclito Divino.

A continuación la homilía completa.

Queridos hermanos, hoy es fiesta doble: de toda la iglesia, -que hace memoria de Pentecostés y pide el Espíritu Santo y, de esta comunidad parroquial que celebra al Espíritu Divino como su santo patrono.

Es un día especial de comunicación profunda con Dios y entre nosotros, es un día dedicado al amor eterno. Pero, ¿Cómo hablar de algo tan profundo como el Espíritu Santo de Dios? Este Espíritu es el que flotó sobre el caos para crear el universo. Es origen del espíritu de vida que entra en Adán cuando Dios sopla en él. Es el espíritu que Jesús entrega en la cruz en su último suspiro. Es el espíritu que hace surgir los santos de todos los tiempos.
Podemos contemplar dos imágenes que aparecen hoy en la Palabra de Dios y la liturgia.

La primera, lenguas de fuego, lenguas como de fuego que bajan del cielo. Los discípulos comienzan a hablar cada uno a su manera pero todos los entienden. “Cada uno los oía hablar en su propia lengua… todos los oímos proclamar en nuestras lenguas las maravillas de Dios”.
El P. Cantalamessa dice que aquí hay comunicación, es muy diferente de Babel. Hoy celebramos el paso de Babel a Pentecostés; hay que pasar continuamente de Babel a Pentecostés, del mismo modo que es necesario pasar continuamente del hombre viejo al hombre nuevo.

La otra imagen es el fuego de amor, “Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor”.
Donde no hay amor no hay Espíritu Santo ni religión. “Los que viven de acuerdo con la carne no pueden agradar a Dios. Pero ustedes no están animados por la carne sino por el espíritu, dado que el Espíritu de Dios habita en ustedes. El que no tiene el Espíritu de Cristo no puede ser de Cristo”.

El Papa Francisco dice que existen muchos modos de cerrarse al Espíritu Santo, en el egoísmo del propio interés, en el legalismo rígido – como la actitud de los doctores de la ley que Jesús llama hipócritas -, en la falta de memoria de todo aquello que Jesús ha enseñado, en el vivir la vida cristiana no como servicio sino como interés personal, entre otras cosas. Donde hay amor baja el cielo a la tierra. Es importante la conexión con el Espíritu Santo, cualquier dispositivo electrónico depende de que haya energía, de que pase la corriente. Nuestra vida cristiana estaría muerta si no pasara la corriente del Espíritu Santo.

Pidamos hoy a Dios Padre y a Dios Hijo este don del Espíritu que hace posible entre nosotros la comunicación plena y el amor sin límites que existen en Dios mismo. Y vamos a participar en esta vida, y encender el mundo con este fuego. El Salmo 103 dice “Qué variadas son tus obras, Señor! la tierra está llena de tus criaturas! Si les quitas el aliento, expiran y vuelven al polvo. Si envías tu aliento, son creados, y renuevas la superficie de la tierra”.
Amén.

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