Tercer día de Novenario: Los jóvenes entre las palabras que edifican y las palabras que dañan

“Todos tenemos que encontrarnos con Cristo porque en el hallaremos esa palabra que nos guía y nos alienta. Las palabras humanas muchas veces causan daño, no siempre son palabras de amor, mayormente son palabras hirientes. Nuestros jóvenes buscan una palabra de amor, esperanza, libertad, y la palabra de Dios puede darles eso que buscan”, fue parte de lo expuesto por el obispo de Encarnación.

El domingo 26 de enero en la iglesia Catedral de Ciudad del Este se realizó el tercer día del novenario en honor a San Blas con el tema: «Que no te critiquen por ser joven”. La Misa se celebró a las 19:00, fue presidida y predicada por Mons. Francisco Javier Pistilli, obispo de la Diócesis de Encarnación.

Toda la reflexión del prelado se centró en la comparación entre la palabra humana y la palabra de Dios. “Las palabras humanas no siempre son palabras verdaderas, sino palabras engañosas, muchas veces palabras que matan, que deprimen. No siempre escuchamos palabras que alientan, pueden incluso confundir el camino de un joven que está queriendo encontrar el camino correcto” por otro lado “la palabra del Señor es Cristo mismo que se nos comparte con sus enseñanzas y con su vida. Nos recuerda que hay un solo Cristo y que todos tenemos que encontrarnos con él, porque en el encontraremos esa palabra que nos guía y nos alienta», explicó.

Luego tomó como referencia la primera lectura de la carta de San Pablo a los cristianos de Corinto “Les recuerdo que no tiene que haber divisiones entre los bautizados, debe haber armonía en la misma manera de pensar y de sentir, es decir, la palabra de Dios tiene que causar en todos el mismo efecto y generar unidad, comunión y coherencia».

En tal sentido hizo el siguiente comentario: “muchos quieren confundirnos y dañarnos de muchas maneras. Hay corrientes que quieren lastimarnos, especialmente a nuestros jóvenes y no encuentran la palabra viva de Cristo, no encuentran cristianos que viven, aman, conocen y comparten la palabra de Jesús; y no lo van a encontrar, si tenemos cristianos divididos, y banalizados”.
En otro orden de cosas Mons. Pistilli mencionó que las redes sociales constituyen un medio de comunicación que pueden hacer mucho bien en la vida de los jóvenes, pero así también “mucho daño”, enfatizó.

“Los jóvenes buscan una palabra respetuosa que les abrace, les quiera, perdone, qué les ayude a crecer y no esté en todo momento criticándolos o avergonzándolos. Necesitan esa palabra de ternura de comprensión”.
Así también puso especial énfasis en las noticias falsas que pululan en las redes sociales “donde se usa la palabra para engallar y a veces para hacer burlas. Todo joven quiere saber la verdad. Y hoy como hay tantas noticas falsas ya nadie se pregunta si es verdadera o no. Cuántas noticias falsas llegan a través de las redes sociales y nosotros compartimos con los demás como si fueran verdaderas”.

Dentro de este planteamiento hecho por Mons. Pistilli, los padres de familia tienen una gran cuota de responsabilidad en la vida de los jóvenes, «parece que nuestros padres de hoy están cansados, ya no dialogan con sus hijos, no toman la palabra de Dios, no reflexionan con ellos, no escuchan sus inquietudes. Los jóvenes quieren saber qué está mal y que está bien».

Y concluyó diciendo que el cristiano y sobre todo los jóvenes, “necesitamos volver a escuchar la palabra de Dios. Debemos hacer como hacía la Virgen que escuchó y preguntó para aprender, aceptó lo que Dios le decía, guardó en su corazón y la puso en práctica”.

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