Homilía de Mons. Roberto Zacarías en su primera Misa en la Catedral Sagrado Corazón de Jesús de la ciudad de Katueté, correspondiente al domingo 03 de marzo de 2024.
Queridos hermanos en la fe
Les doy las gracias por acompañarme en este día tan especial para la Diócesis de Canindeyú y para los miembros de la comunidad eclesial. A Mons. Pedro Collar, Mons. Guillermo Steckling, mis saludos a los hermanos obispos presentes; a los sacerdotes y los diáconos, a los religiosos y las religiosas, a los seminaristas y a todos los agentes pastorales; a mi familia, y amigos, a los jóvenes y a todos los que me acompañan.
Mis agradecimientos a las autoridades presentes, al Sr Intendente Julio Brítez, al Sr. Gobernador Nelson Martínez, a las demás autoridades civiles, militares, judiciales y académicas. A los medios de comunicación social, la radio, la T.V. y las redes sociales.
Querida familia de la Diócesis de Canindeyú, con el lema: “Somo colaboradores de Dios” (Colaborar: cooperar, una palabra que nos recuerda la sinodalidad, caminar juntos, ayudarnos).
Expreso la felicidad de formar parte de esta comunidad eclesial, al iniciar mi itinerario como discípulo del Señor, me adhiero al deseo de buscar la comunión entre todos los miembros de la comunidad; de “remar mar adentro” en nuestra vocación bautismal y acompañar los carismas y dones que están y surjan en la Iglesia Diocesana. Me empeñaré en promover la “cultura vocacional” en las familias y la juventud; y la oración para que el Señor envíe más trabajadores para la misión (sean jóvenes, seminaristas, familias, religiosos, religiosas, grupos y movimientos que trabajen juntos en la evangelización); asimismo, al diálogo con las autoridades con el fin de aunar esfuerzo por la dignificación de las personas.
Con este deseo comparto con ustedes las lecturas de hoy
1. Introducción
El Templo de Jerusalén era el lugar sagrado más significativo de la tradición religiosa y espiritual de Israel. Era el lugar donde se hacía memoria de la Ley que Dios había otorgado a su Pueblo por medio de Moisés como camino de santidad personal y comunitaria (Ex 20,1-17). En la época de Jesús, el Templo se había convertido en un lugar comercial, y su “celo” por el Padre lo movió a realizar un gesto significativo, al estilo profético; un gesto que quedó grabado en el corazón de las primeras comunidades donde se predicaba a “un Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los paganos, pero fuerza y sabiduría de Dios para los que han sido llamados”. (1Cor 1,22-25).
2. Un gesto programático
Para el cuarto evangelio es un GESTO PROGRAMÁTIVO que, como tal, debe figurar al principio de la actividad de Jesús. El análisis del texto nos descubre su aspecto programático: “la proximidad de la fiesta judía”, fiesta de la liberación. Evocaba el paso de la esclavitud a la libertad. Con motivo de la fiesta, y para atender a las necesidades de los PEREGRINOS, se organizaba en torno al templo, en el atrio de los gentiles, un gran mercado que ofrecía todo lo necesario para los sacrificios. Los más pudientes compraban ovejas o bueyes, los menos afortunados adquirían palomas. La presencia de los cambistas era necesaria ya que las ofrendas debían hacerse en moneda judía, para evitar las efigies del emperador o de los dioses paganos que figuraban en otras clases de moneda. Era todo un negocio.
3. El gesto de Jesús
Es interpretado como una acción profética, que hace referencia clara a los tiempos mesiánicos. ESTOS HAN LLEGADO. Es la gran enseñanza que ofrece el evangelio de Juan: Jesús inaugura un tiempo nuevo en el campo de las relaciones del hombre con Dios. Remplaza al templo antiguo, que era la institución más significativa de Israel.
4. Jesús es el NUEVO TEMPLO
Jesús designa al templo como la “casa de mi Padre”. Se presenta como el Hijo, que tiene autoridad en el templo y sobre él. Jesús es el nuevo templo, el lugar del encuentro del hombre con Dios.
5. Muchos creen en Jesús.
Los milagros-signos que hace Jesús carecen de importancia si no llevan a la fe, la fe en la Palabra de Dios. Por eso san Pablo nos recuerdas constantemente de que: Somos templos del Espíritu Santo y miembros de Cristo y que debemos vivir y actuar de acuerdo a esto. Ejemplo de San Francisco de Asís, que dijo en un momento dado a sus discípulos, hoy vamos a salir a Evangelizar, se prepararon y salieron todo un día, recorriendo sin hablar, llegar y sus discípulos curiosos por la forma de Evangelizar, preguntaron, Padre Francisco ¿Usted nos había dicho que salíamos para evangelizar? Claro e hicimos. Pero Padre no hablamos, el respondió, no hace falta. La forma más sana y justa de evangelizar es a través de:
- nuestro estilo de Vida
- nuestro Testimonio
- nuestra forma de ser
Nuestra vocación no se limita al estado civil, o a la profesión, va más allá. Es un estilo, una manera de vivir y servir al Señor, en la medida que asumamos nuestro compromiso, también testimoniaremos mejor. De ahí nos preguntamos ¿Qué lugar le ofrezco a Dios?, que le ofrezco? ¿Dentro de todo lo que hago en el día, lo hago pensando en hacer su voluntad?
Pidamos la intercesión de Nuestra Madre, la Virgen María, para que podamos vivir y testimoniar con mucha sencillez y convicción la vida de su Hijo Nuestro Señor Jesucristo.
Así sea.
Mons. Roberto Zacarías
Obispo de la Diócesis de Canindeyú
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