Semana Santa: Mons. Collar llama a la alegría, la escucha y la misericordia

En la Misa Central de las 07:00 horas de este Domingo de Ramos en la Catedral de Ciudad del Este, el obispo de la diócesis, Monseñor Pedro Collar, centró su homilía en la importancia de tres actitudes fundamentales para vivir profundamente la Semana Santa y la vida cristiana cotidiana: la alegría, la escucha y la misericordia.

Monseñor Collar destacó que la procesión del Domingo de Ramos es una expresión de alegría por conocer a Jesús y ser sus amigos, un «sí» a seguirlo donde quiera que nos lleve. Sin embargo, advirtió que esta alegría debe fundamentarse en un corazón limpio y manos puras, alejados de la hipocresía, la corrupción y las intenciones mezquinas. «¡Seguir a Cristo debe ser para nosotros la fuente de nuestra alegría!», expresó.

En segundo lugar, el obispo resaltó la actitud de la escucha, subrayando cómo Jesús mismo la practicó para comprender su misión. Diferenciando entre oír y escuchar, enfatizó la necesidad de una atención voluntaria e intencional, citando la Regla de San Benito que invita a «aplicar el oído de tu corazón». Monseñor Collar exhortó a los fieles, especialmente a los jóvenes, a abrir tanto el oído físico como el del corazón para discernir la voluntad de Dios durante estos días.

Finalmente, Monseñor Collar reflexionó sobre la misericordia, tomando como ejemplo a Jesús consolando a las mujeres en su dolor y perdonando a sus crucificadores. Esta actitud enseña que ocuparse del dolor ajeno mitiga el propio y que el perdón trae paz y fortaleza. También invitó a reflexionar sobre las últimas palabras de Jesús, «¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!», animando a preocuparse por la vida espiritual y a confiar en Dios en cada momento.

Dirigiéndose especialmente a los jóvenes, Monseñor Collar los instó a asumir la alegría, la escucha y la generosidad en sus vidas para que la bienaventuranza sea plena y ellos mismos se conviertan en caminos para que el Mesías sea reconocido en su entorno.

Concluyó recordando que la Semana Santa es una oportunidad para acompañar a Jesús, reconocer los pecados, buscar el perdón, afirmar la presencia de Cristo en la Eucaristía y en cada ser humano, y proponerse seguirlo diariamente con oración, sacramentos y caridad. Es un tiempo para detenerse, reflexionar sobre el sentido de la vida, abrir el corazón a Dios y a los demás, y morir al egoísmo para resucitar al amor.

Leave a Reply

Your email address will not be published.