Mons. Steckling y un categórico mensaje “es urgente defender la familia, rechazamos la ideología de género”

El obispo diocesano Mons. Guillermo Steckling estuvo este domingo en la “Caminata por la Familia” y dejó un claro mensaje en defensa de la vida y familia, “rechazamos con decisión la ideología de género, determinados programas de salud reproductiva y la distorsión de la naturaleza de la sexualidad humana, que generan la cultura del aislamiento, el egoísmo y la muerte”, mencionó.

«Es urgente defender la familia, se quiere sacar la sabiduría necesaria del tesoro de la Biblia, de lo que nos enseña la iglesia, y de lo vivido por innumerables santos”, expresó. También habló de la importancia del respeto y la democracia, “respetamos a los que piensan distinto pero también queremos ser respetados, en base a las reglas de juego de la democracia. Estamos conscientes que sostener la familia hoy es prioridad”.

Este domingo se llevó a cabo la “Caminata por la Familia” a nivel nacional, esto en conmemoración del dia nacional de la Familia, que se celebra el 4º domingo de abril según ley 5425.


Aquí el discurso completo.
Señoras y señores, autoridades, representantes de los diferentes grupos que se adhieren hoy a esta caminata – y sobre todo saludo a las familias presente.
Hoy es el Día Nacional de la Familia aprobado en el Senado a fines del 2014. La primera celebración se realizó en 2016 y se repite el cuarto domingo de abril de cada año.

Como Iglesia católica nos adherimos a este día especial porque sentimos que es necesario fortalecer lo que nuestra Carta Magna consagra como fundamento de la sociedad. Dice la Constitución Nacional: “La familia es el fundamento de la sociedad. Se promoverá y se garantizará su protección integral. Esta incluye a la unión estable del hombre y de la mujer, a los hijos y a la comunidad que se constituya con cualquiera de sus progenitores y sus descendientes.” (Art. 49).
La Declaración Universal de Derechos Humanos, en su artículo 16°, indica: “La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado”.

Aquí en Ciudad del Este estamos haciendo esta caminata con su festival para adherirnos a este día nacional. Agradecemos a las autoridades por su apoyo y la puesta a disposición de este local, agradecemos a los Medios por hacer llegar esta actividad a mucha gente que no pueden estar con nosotros aquí.
Nos gusta celebrar la familia. Ella es origen natural de cada uno de nosotros, aunque haya familias incompletas, heridas…, todos tenemos un padre y una madre y vivimos porque alguien nos cuidó.

La Iglesia ha expresado muchas veces que valora “la alegría del amor que se vive en la Familia”, así dice el Papa Francisco en Amoris Laetitia.
Celebramos a lo largo del año el Hogar de Nazaret, el amor maternal de la Virgen María, el patronato de San José, y valoramos mucho la iglesia doméstica que transmite la fe a las nuevas generaciones y irradia en su ambiente la alegría del amor. Vemos que hoy es urgente defender la familia. Se quiere sacar la sabiduría necesaria del tesoro de la Biblia, de lo que nos enseña la iglesia, y de lo vivido por innumerables santos.

Rechazamos con decisión la ideología de género, determinados programas de salud reproductiva y la distorsión de la naturaleza de la sexualidad humana, que generan la cultura del aislamiento, el egoísmo y la muerte. Respetamos a los que piensan distinto pero también queremos ser respetados, en base a las reglas de juego de la democracia. Estamos conscientes que sostener la familia hoy es prioridad.

Exigimos acción y eficacia de las políticas públicas en las áreas de empleo, agricultura familiar, salud y educación. Como Iglesia, en la recta final del trienio de la juventud, queremos preparar a los jóvenes para su vocación de fundar una familia.

La iglesia se adhiere a este día por convicción, no por intereses particulares. Creemos firmemente que Dios mismo es familia, familia de la Santísima Trinidad que nos ha creado a su imagen y semejanza para el amor, la reciprocidad y para ser fecundo. Para terminar, propongo que recemos juntos a la Santísima Trinidad diciendo: gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

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