Según la circunscripción eclesiástica la beatificación es el acto mediante el cual el Papa concede que a un siervo de Dios se le llame en adelante beato y pueda tributarse culto público en su honor, dentro de un determinado ámbito del pueblo de Dios.
Este es el siguiente paso que aguarda la Iglesia paraguaya luego que en abril de 2013 fue declarado siervo de Dios el P. Julio César Duarte Ortellado.
Al respecto Mons. Guillermo Steckling, obispo de la diócesis, dijo que “lo más importante en una beatificación es la devoción que existe en la gente, que realmente es alguien reconocido como santo y que la gente acuda a él como su intercesor”, dijo haciendo referencia al P. Ortellado.
El prelado también resaltó la cantidad de gente que congrega el siervo de Dios en Ybycuí cada 4 de julio, y que en varias ocasiones ha reunido hasta a mil personas.
“Necesitamos realmente para su beatificación algún signo del cielo, milagro, intervención del Señor por intercesión de este Santo. Así que invitamos a todos a rezar por alguna situación en particular que pueda surgir”, expresó el obispo.
Por último Mons. Guillermo invitó a la feligresía de la Diócesis de Ciudad del Este a comunicar al obispado si han escuchado un milagro ocurrido o favor recibido por parte del Santo y de esa manera proceder al estudio correspondiente.
Hasta el momento Paraguay cuenta con un solo santo paraguayo, San Roque González de Santa Cruz, jesuita misionero. Así también se encuentra María Felicia Guggiari, más conocida como “Chiquitunga” quien ha sido beatificada en el año 2018.
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