Este jueves 24 de enero al mediodía, el obispo de la Diócesis de Ciudad del Este, Mons. Pedro Collar presidió la celebración de inicio del novenario en honor a San Blas con el rezo del Ángelus. Compartimos su mensaje:
Hermanos y hermanas, con esta oración de la Iglesia denominada el ángelus – ya tradicional en nuestra Catedral San Blas de Ciudad del Este- damos inicio al novenario de preparación espiritual, eclesial, comunitario y cultural para la celebración de la fiesta patronal en honor a san Blas y de recordación y homenaje a Ciudad del Este por motivo de su 68 aniversario de fundación.
En esta oportunidad desarrollaremos nuestro novenario en el contexto del jubileo convocado por el Papa Francisco con el lema «Peregrinos de la esperanza». Oportunidad para regresar a la esencia de la fraternidad; momento propicio para la conversión personal, familiar y comunitaria; tiempo de solidaridad, esperanza, justicia y compromiso por la paz.
Como sabemos en el mundo actualmente hay muchas situaciones que preocupa al hombre como las guerras, las polarizaciones, la violencia, la injusticia, el mal trato a la casa común, entre otras cosas, que quieren nublar el horizonte del futuro. Ante estas situaciones la Iglesia abre la puerta del corazón amoroso de Dios, encauza su compasión, perdón y cercanía y fiel a su misión anuncia la esperanza cristina para que desde la fe podamos ver más allá de las nubes y motivarnos para seguir caminando juntos cada vez con mayor convicción de que nos necesitamos y que juntos como familia, comunidad, ciudad podremos superar los obstáculos hasta llegar al puerto deseado.
Les exhorto a todos a que asistan en los actos litúrgicos, religiosos, culturales programados para promover la cultura del encuentro, la alegría y la ternura agradecer a Dios por intercesión de san Blas por los logros espirituales y materiales. Vamos a estar muy contentos si nos encontramos con los jóvenes, las autoridades, los niños, los pioneros, los abuelos, las mujeres, los turistas, las visitas, los hermanos extranjeros, los indígenas, los pobres, las personas con capacidad diferentes los vecinos…Ofrecernos el tiempo, la sonrisa, la conversación, las anécdotas. El novenario y la fiesta patronal tiene que ser un tiempo fuerte de encuentro, de intercambio, de juegos y diversiones sanas. Salir al encuentro de nuestros hermanos para rezar, cantar, bailar, compartir las penas y convertir en alegría.
Aprovechemos también la presencia de nuestros pastores que vendrán de distintos lugares de nuestro país y países vecinos para ofrecernos su cercanía, su amistad, su amor a nosotros, a la gente de Ciudad del Este y a la vez compartirán sus sabias, oportunas y profundas reflexiones relacionadas con el tema de la virtud de la Esperanza.
Como miembros de la comunidad eclesial y como hijos e hijas de esta ciudad vamos a experimentar unos días de encuentros de todos los que vivimos y trabajamos en esta ciudad y sonamos una sociedad para todos, un mundo mejor. La esperanza es una virtud que coloca nuestros deseos mas profundos en el mismo corazón de Dios y nos empuja hacia el. La virtud de la esperanza nos regala el ideal de ser mas y mejor, el sueno de llegar a la meta pero al mismo tiempo nos motiva, nos empuja y nos fortalece para abrir nuevos caminos, nuevos surcos para seguir caminando….
El Señor San Blas presente en el origen de la fundación de Ciudad del Este interceda siempre por nosotros, y la Virgen María nos ayude a caminar juntos y ser mensajeros de la esperanza.
Mons. Pedro Collar Noguera
Obispo de la Diócesis de Ciudad del Este
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