A continuación compartimos el contenido del video preparado por Mons. Guillermo Steckling (obispo de la Diócesis de Ciudad del Este) para estos tiempos difíciles que vive la sociedad.
Queridos hermanos y hermanas en la fe
Vivimos días y semanas en una época de desolación, especialmente en el Departamento Alto Paraná.
Es cierto que en la lucha contra la pandemia algunas cosas están cambiando. Se puede trabajar, como así también hemos visto la generosa solidaridad de muchísima gente, incluso la heroica dedicación de ciertas profesiones que son consideradas peligrosas, pero que hacen mucho bien y lo hacen en silencio. Pero a pesar de todo esto, la pandemia sigue su curso y parece que no está mejorando la situación. Todos conocemos mientras tanto a parientes y vecinos que se han enfermado y algunos fallecidos.
Desde el punto de vista de la fe, también surge la pregunta ¿y cuándo va a terminar todo esto? Existe la tentación de buscar respuestas fáciles, respuestas que parecen tan lógicas como decir “hay una conspiración”, “todo esto no existe así”, o incluso voces que dicen “no tengamos ningún miedo, Dios nos va a proteger” pero, Dios nos protege si colaboramos con él, y Dios también se puede servir de la enfermedad para decirnos cosas.
Realmente él nunca puede estar ausente. Es el tiempo de reconocer que él nos dio la vida y solamente él está en todo su derecho cuando nos la quita otra vez. Dios se manifiesta entre nosotros por el amor que nos tenemos los unos a los otros.
Recemos por estas cosas esenciales que él nos pidió incluir en la oración del Padre Nuestro, ahí no se pide nada superfluo; ofrezcamos el Ave María, el Rosario, nuestra oración es poderosa “pidan y se los dará” dice Jesús, porque el Espíritu Santo reza en nosotros y con nosotros. En aquel Viernes Santo, los discípulos no eran capaces de adivinar que tres días más tarde se daría la resurrección. Dios la Virgen y los santos están presentes, con nosotros.
Ojalá que después de la pandemia seamos personas mejores que antes; que seamos cada vez más familias, empresas, parroquias, iglesia, sociedad y un país como Dios lo quiere.
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