Mateo 2, 16-18
«Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, de acuerdo con la fecha que los magos le habían indicado.
Así se cumplió lo que había sido anunciado por el profeta Jeremías: “En Ramá se oyó una voz, hubo lágrimas y gemidos: es Raquel, que llora a sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya no existen.»
Este trozo evangélico tomado del día de los Santos Inocentes Mártires enmarca el terrible acontecimiento sucedido en nuestra Parroquia María Auxiliadora de Minga Guazú este último fin de semana de febrero, que derivó en la muerte y calcinación de la niña Naidelyn Elizabeth Martínez González de 7 años de edad, alumna del 2do grado del Colegio Damas Salesianas.
Jesús, niño recién nacido, fue perseguido y hasta casi fue asesinado por la envidia y la soberbia de un homicida hambriento de mantener su poder. Matar para dominar, matar para controlar, matar para seguir oprimiendo. Esta historia se repite y afecta hoy a nuestra comunidad Parroquial, al Alto Paraná, al Paraguay. Estamos de luto. Nuestras familias están de luto. Nuestras comunidades educativas están de luto.
Una vida inocente ha sido arrebatada de nuestro lado. Ya no veremos su sonrisa, ya no compartirá nuestras aulas, ya no rezará con nosotros, ya no jugará con sus amigos. Hay y habrá un asiento vacío en nuestra familia, en nuestra mesa.
La sangre derramada, el olor del cuerpo calcinado no saldrá de nuestras vistas y de nuestros olfatos hasta que consigamos la JUSTICIA para esta niña que nos arrebataron.
Rogamos por un Paraguay en donde se respete la vida, sobre todo de los inocentes. Rezamos como comunidad por el eterno descanso de Naidelyn, por su familia, por sus compañeritos de la escuela y por todos los niños que, muchas veces sufren en silencio, las violencias y los problemas de los adultos.
Nos encomendamos a la misericordia del Señor.
Comunidad Salesiana María Auxiliadora de Minga Guazú
Minga Guazú, 02 marzo 2020
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