El pasado 28 de octubre indígenas de Nueva Esperanza, estuvieron a punto de ser desalojados de su asentamiento.
“La Pastoral Indígena Espíritu Santo de Nueva Esperanza, perteneciente a la Congregación Misionera de las Siervas del Espíritu Santo, manifiesta su profunda preocupación por el intento de desalojo en forma totalmente irregular de la cual están siendo objetos los miembros de la Comunidad Indígena de Cerrito de Arroyo Guazú del departamento de Alto Paraná, de su asentamiento ancestral, por parte de la fiscalía del Medio ambiente de Ciudad del Este, quienes acompañados por un gran número de miembros de la Policía Nacional, sin orden judicial alguna, causando zozobra entre su población conformada mayoritariamente por niños”, dice parte del comunicado hecho por las religiosas de la pastoral indígena.
Así también dentro del comunicado mencionan el Art. 64 de la Constitución Nacional donde se menciona que “los pueblos indígenas tienen derecho a la propiedad comunitaria de la tierra, en extensión y calidad suficientes para la conservación y el desarrollo de sus formas peculiares de vida. El Estado les proveerá gratuitamente de estas tierras, las cuales serán inembargables, indivisibles, intransferibles, imprescriptibles, no susceptibles, no susceptibles de garantizar obligaciones contractuales ni de ser arrendadas; asimismo, estarán exentas de tributo. Se prohíbe la remoción o traslado de su hábitat sin el expreso consentimiento de los mismos”.
En comunicación del equipo de prensa de la Diócesis de Ciudad del Este con las religiosas, manifestaron que los efectivos policiales estuvieron dos días en el asentamiento intentando desalojar a los indígenas, pero, no lo lograron. “Actualmente existe un litigio sobre la titularidad del inmueble y, por otro lado no existe sentencia judicial alguna, entonces no se podía hacer un desalojo”, agregó la Hna. Francisca Florentín, coordinadora de la Pastoral Indígena Espíritu Santo.
Así también explicaron que los efectivos policiales intentaron destruir la capilla que se encontraba en el asentamiento, pero los indígenas no lo permitieron.
Por otro lado en relación a esta situación no descartaron pedir ayuda a organizaciones internacionales.
Actualmente la comunidad Indígena de Cerrito, distrito de Nueva Esperanza, se halla conformada por setenta familias nativas del pueblo Ava Guaraní y en dicho lugar poseen cultivos de sustento básico como el maíz, batata, mandioca y otros varios, como así mismo cuentan con animales domésticos como gallinas y chanchos.
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