El domingo 01 de setiembre culminó el XXI Encuentro Nacional de Jóvenes Legionarios con la Misa de clausura, presidida por Mons. Pedro Collar Noguera y concelebrada por el P. Gabriel Silvero y el P. Fulgencio Ferreira.
Con jóvenes provenientes de distintos puntos del país concluyó el XXI Encuentro Nacional de Jóvenes Legendarios realizado del 30 de agosto al 01 de setiembre en el colegio Gimnasio del Saber de Ciudad del Este.
En un emotivo cierre del Encuentro Nacional de Jóvenes de la Legión de María, Mons. Pedro Collar, Obispo de la Diócesis de Ciudad del Este, dirigió una homilía inspiradora a los participantes de Ciudad del Este y otras diócesis. Durante la celebración eucarística, el obispo destacó la importancia de la espiritualidad mariana como guía para una juventud comprometida con Cristo.
En el corazón de la Iglesia resplandece María
Mons. Pedro subrayó que, tal como se menciona en la Exhortación Apostólica Christus Vivit, «en el corazón de la Iglesia resplandece María», invitando a los jóvenes a seguir su modelo de frescura y docilidad. A través de la Palabra de Dios, les instó a reflexionar sobre su papel en el mundo y a vivir como extranjeros en esta tierra, cumpliendo la voluntad del Padre para alcanzar la vida eterna.
La suciedad de las manos no puede ensuciar el alma
Citando el Evangelio según San Marcos, el obispo recordó que «la suciedad de las manos o de las vasijas no puede ensuciar el alma». En este sentido, hizo un llamado a mirar más allá de las apariencias, reconociendo que el verdadero valor reside en el interior y no en lo superficial.
Conocer y vivir la palabra de Dios
Durante su mensaje, Mons. Pedro alentó a los jóvenes a conocer y vivir la Palabra de Dios, especialmente en este mes dedicado a las Escrituras. Afirmó que muchos pueden parecer cristianos sin conocerla profundamente, mientras que otros, aunque ignoren sus enseñanzas, actúan con rectitud guiados por su conciencia.
Rechazar cualquier forma de corrupción y optar por una vida de pureza
Finalmente, instó a los jóvenes legionarios a rechazar cualquier forma de corrupción y optar por una vida de pureza e integridad. Este encuentro culminó con un fuerte llamado a decir siempre sí a Jesús y María, comprometidos no solo con su fe, sino también con el servicio hacia los más necesitados en sus comunidades.
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