Representantes de las diócesis de frontera de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay se congregaron en Corrientes para el XXXVIIº Encuentro, donde la sinodalidad y el protagonismo de los laicos fueron el eje central. La comitiva de la Diócesis de Ciudad del Este estuvo encabezada por el Pbro. Ernesto Zacarías, Secretario Canciller.

Con mucho éxito conclulyó el XXXVIIº Encuentro de Diócesis de Frontera, celebrado los días 19, 20 y 21 de mayo en Corrientes, Argentina, junto al Santuario Basílica de Nuestra Señora de Itatí.
El encuentro, que congregó a representantes de diócesis de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, tuvo como eje central la reflexión y el intercambio de experiencias sobre «Los vecinos se encuentran para reflexionar y compartir experiencias de sinodalidad y protagonismo de los laicos, ante los desafíos coyunturales, para transformar la vida de nuestros pueblos».
Bajo el lema «Procuren conservar la unidad, fruto del Espíritu, mediante el vínculo de la paz» (Efesios 4, 3), los participantes se reunieron para discernir caminos de comunión y esperanza en un contexto de profundas transformaciones sociales.
Se destacó la preocupación por las crecientes fracturas políticas, la polarización de los discursos, la descomposición del tejido comunitario y los desafíos humanitarios derivados de las migraciones. También se abordó la crisis integral del cuidado de la vida, manifestada en el deterioro de la salud mental, la pérdida de sentido existencial y la falta de oportunidades para las nuevas generaciones, todo ello en un marco económico de concentración de riquezas y consumo desenfrenado.
Ante este panorama, los obispos y delegados de las diócesis de frontera reafirmaron su llamado a ser «artesanos de comunión» y reconocieron con esperanza las experiencias de sinodalidad y protagonismo laical que ya están transformando la vida de los pueblos.
El encuentro estuvo marcado por el agradecimiento al legado del Papa Francisco, cuyo magisterio y testimonio de una Iglesia «capaz de caminar junto a todos, sin excluir a nadie» continúan siendo una inspiración. Asimismo, se dio gracias por el nuevo Pastor León XIV, quien desafía a «crear puentes» de paz y solidaridad.
Al finalizar el encuentro, se renovó el compromiso de:
- Caminar en sinodalidad: Fomentando la escucha comunitaria, fortaleciendo la participación en consejos pastorales y promoviendo el discernimiento compartido.
- Promover el protagonismo de los laicos: Impulsando la formación integral y animando su presencia transformadora en diversos ámbitos de la sociedad, así como en servicios eclesiales y sociales.
- Afrontar los desafíos coyunturales con actitud profética: Acompañando a las víctimas de injusticias, denunciando la exclusión y la violencia, y promoviendo acciones solidarias y una cultura del encuentro y el cuidado.
- Fortalecer los lazos de fraternidad entre las diócesis de frontera: Animando proyectos compartidos, celebraciones, misiones e instancias formativas que expresen la comunión más allá de las fronteras.
Los participantes manifestaron su confianza en que el Señor Resucitado acompaña este camino, abriendo los ojos y encendiendo los corazones para ser testigos de la vida nueva del Evangelio. Finalmente, se encomendaron a María, pidiéndole que anime y sostenga el compromiso de ser artesanos de unidad, sembradores de paz y constructores de comunidades vivas, solidarias y misioneras.
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