“José un maestro en la discreción y la prudencia”
Estamos a una semana de la Navidad, una fiesta de fe que invita celebrar en familia, reunida en el hogar con alegría, para honrar al Niño salvador del mundo que nos trae la paz tan anhelada.
La liturgia de la palabra este domingo, destaca la figura de san José, esposo de María y padre legal de Jesús. Él es un personaje muy importante en la historia de la salvación, con toda su discreta actuación, él fue uno de los colaboradores más comprometido con el plan de Salvación al acoger a María Virgen y al niño Jesús. Es bueno disponer la mente y el corazón para contemplar la figura de san José, cuyo comportamiento es profundamente inspirador como maestro de discreción y prudencia.
La primera lectura del libro del profeta Isaías (Is 7, 10-14), subraya la iniciativa de Dios en todo plan de salvación. “El Señor habló a Ajaz en estos términos: Pide una señal al Señor, tu Dios”. La sugerencia de pedir una señal, viene directamente del Señor.
La segunda lectura de la carta de san Pablo a los romanos (Rom 1, 1-7), aclara que la promesa de salvación está abierta para judíos y romanos, es decir, a todos los pueblos de la tierra. Nadie queda excluido del llamado que Dios hace: invita a “conducir a la obediencia de la fe… a todos los pueblos paganos…”
El evangelio de san Mateo (Mt 1, 18-24), ilustra cómo fue realizada la promesa de salvación. Dios tiene siempre la iniciativa que requiere al hombre una respuesta; en este caso María y José responden con docilidad al plan de Dios. “José y María está desposados, pero aun no viven juntos. María se encuentra encinta por obra del Espíritu Santo. José se da cuenta del Hecho y queda desconcertado por completo”.[1] “José, su esposo, que era honrado y no quería infamarla, decidió repudiarla en secreto”
1- San José: modelo de discreción
El evangelio habla poco de José, tal vez todo lo que expresa de él se resume en lo que el evangelio de hoy dice sobre éste hombre santo. “José el esposo de María era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto”.
Al no saber muchas cosas sobre José, no significa que deja de ser importante para nosotros como modelo de muchas virtudes que ensalza al ser humano. Una de esas virtudes es la discreción. Imaginemos lo que una persona pueda sentir en su corazón al saber que su prometida está embarazada sin que tengan relación. Esto es un hecho que ilustra muchos otros hechos que pueden ser mal interpretados provocando mucho dolor y desazón tanto en el hombre y en la mujer.
José ante la experiencia del embarazo misterioso de su prometida –María-, a pesar de la confusión y el dolor, reacciona con una actitud de calma y serenidad, “resolvió abandonarla en secreto”, sin publicación, sin escándalo, sin quejas. Ante un hecho así, la reacción más esperada es la de mucha rabia mesclada con un sentimiento de violencia incontenible que puede llevar a cometer actos lamentable con consecuencias irreversibles que afecta a los involucrados. En estos casos, difícilmente se mantiene la calma y el sosiego. La discreción ante las circunstancias difíciles de la vida es una constante necesidad de altruismo: ser consiente que antes las dificultades de la vida actuar con violencia y espíritu vengativo nunca lleva a buen puerto, “José sencillamente decidió repudiar a María en secreto”, con esto san José nos invita a entrar en su escuela de la discreción.
2- José un hombre prudente
“El adjetivo justo, que el evangelista utiliza para describir el comportamiento de José, significa muchas cosas: auto-control, prudencia, generosidad, rechazo de la venganza, deseo de no causarle daño a la mujer que amaba, etc.”
La prudencia de José va más allá de nuestra imaginación; ante la falta de claridad para entender lo que está pasando, él prefiere callarse y hace las cosas en silencio y con mucha prudencia, seguramente él entendía perfectamente la frase que dice “ante una situación poco clara, mantenga la calma y la prudencia”. O tal vez, porque su fe lo lleva a comprender que de cualquier circunstancia de la vida, sea adversa o la favorable, Dios hará ocasión para que se manifieste su gracia. Y así fue: “mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo”. “Al despertar José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa”.
La prudencia de san José hizo posible que Él desapareciera del escenario para dar lugar al protagonismo de los personajes principales: María y el Niño Jesús.
Al celebrar esta navidad, hagamos con humildad, discreción y prudencia dejando al Niño como protagonista principal. Busquemos cultivar las virtudes de la prudencia y la discreción como principal actitud a la hora de enfrentar los dolores y los conflictos de la vida solicitando a Dios que nos dé siempre acierto a la hora de resolver las adversidades de la vida.
Conclusión
Al acercarnos a las fiestas navideñas, que nuestros actos sean iluminados por las virtudes que nos enseña san José: la discreción, el autocontrol, la prudencia, el perdón, la generosidad, el rechazo de la venganza, haciendo crecer deseo de no causarle daño a nadie.
Recibamos con gozo el nacimiento de Jesús. “La gloria infinita de Dios se hace presente en un niño que nace entre animales, y unos pastores son los primeros testigos de este hecho único que partió en dos grandes capítulos la historia de la humanidad: antes de Cristo y después de Cristo.”[2]
[1] VANHOYE, Cardenal Albert SJ. Lecturas Bíblicas de los Domingos y Fiestas. Ciclo A. ED. Mensajero. Bilbao España, 2003. Pág. 18.
[1] Idem. Pág. 26
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