Mons. Agustín Van Aaken falleció el 11 de agosto de 1990, dos meses después de haber entregado la prelatura. Sus restos descansan en la cripta de la Iglesia Catedral San Blas de Ciudad del Este.
Agustín Van Aaken Te Niersen nació en la ciudad alemana de Kevalaer el 16 de julio de 1914, es el séptimo de los 11 hermanos nacidos del matrimonio de August Van Aaken y Bernardine Te Niersen. Ingresó al Seminario menor de la Congregación del Verbo Divino en 1928, en Steyl (Holanda). Hizo su noviciado en el Seminario “San Agustín”, cerca de Bonn. Allí cursó sus estudios de Filosofía y Teología y se ordenó sacerdote en el año 1941 durante la segunda Guerra Mundial a la edad de 26 años. Empezó su trabajo pastoral en algunas parroquias de su país; luego sirvió como enfermero en las trincheras desde 1942 hasta la culminación de la guerra. También se desempeñó como capellán durante tres años en la parroquia de Aulendorf.
En el año 1949 fue enviado como misionero a la Argentina, en la Pampa y, en 1960 fue destinado al Paraguay como primer superior de la Congregación del Verbo Divino. Llegó a Encarnación donde fundó el noviciado SVD, en Pacucuá, siendo el primer maestro de novicios y rector de la comunidad.
En 1969 fue nombrado párroco de la parroquia Beato Roque González, además se desempeñó como director del Colegio parroquial adjunto, hasta su nombramiento como obispo de la Prelatura del Alto Paraná en el año 1972.
Nuestro segundo prelado diocesano fue consagrado obispo el 12 de agosto de 1972 en su misma parroquia de manos de Mons. Innocenti, Nuncio Apostólico del Paraguay de esa época, el lema de su episcopado fue “Servir en Caridad”. Los co-consagrantes fueron Mons. Ismael Rolón, Arzobispo de Asunción y Mons. Felipe Santiago Benítez, obispo de la Diócesis de Villarrica. Además estuvieron otros siete obispos y más de 70 sacerdotes.
Tomó posesión de la Prelatura (Hoy Diócesis de Ciudad del Este) el 20 de agosto, la ceremonia fue en la catedral San Blas, en presencia de autoridades nacionales, civiles y eclesiásticas, y la feligresía en general. Luego de 17 años de intensa labor pastoral en el Alto Paraná y tras haber cumplido los 75 años, presentó renuncia canónica el 17 de julio de 1989, con el deber cumplido.
Se retiró a Hohenau (Itapúa), donde falleció el 11 de agosto de 1990, dos meses después de haber entregado la Prelatura a su sucesor.
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