Domingo de Pascua: “Cristo vive, ha vencido la muerte, y nosotros viviremos con él”

Queridos hermanos y hermanas en la fe:

Felices pascuas. Celebremos la gran novedad de hoy: Cristo vive, ha vencido la muerte, y nosotros viviremos con él.

Cuando descubrimos algo nuevo, por ejemplo, nos dan la primera vez un empleo después de los estudios, hemos construido algo nuevo, comprado algo, entonces no logramos comprender inmediatamente esta novedad, lo vamos descubriendo poco a poco.

Así fue también con la resurrección. En el evangelio de hoy se describen los inicios de la fe en Cristo vivo . Es del tiempo del primer descubrimiento, cuando la fe pascual recién nació.

En nuestra lectura se pueden observar distintas formas de ver lo sucedido aquel domingo. ¿Cuáles son? Son tres maneras representadas en las tres personas que aparecen: la Magdalena, el apóstol Pedro y el apóstol Juan. Ellos habían llegado, fueron los primeros en descubrir la gran novedad aquella mañana pascual.

Describamos estas distintas y progresivas formas de ver. 

El ver puede consistir simplemente en mirar. Se trata sólo de echar un vistazo, por ejemplo, cuando cae un árbol, con la primera mirada nos damos cuenta. María Magdalena «vio que habían quitado la piedra de la entrada«. Descubre el sepulcro vacío, mira, aparentemente ha habido un robo. Habría que avisar. Ha pasado algo extraordinario, pero aún no sabemos exactamente qué.

Otro grado de ver algo es observar y analizar. Pedro al llegar nota algo especial que le llama la atención. «Vio los lienzos en el suelo. El sudario en cambio, que había cubierto la cabeza de Jesús no estaba en el suelo con los lienzos, sino doblado en un lugar aparte.» Entonces no era un robo. Hay un misterio aquí.

Finalmente, el ver puede consistir en contemplar, comprender a un nivel más profundo. Es ver con los ojos de la fe. El apóstol Juan, dice en el evangelio, «Vio y creyó».

Estos tres están en el primer momento de su camino de fe pascual. Ya han mirado, analizado, contemplado y así son conscientes de que se encuentran aquí ante un misterio y hasta una acción de Dios; pero no comprenden ni saben todavía que el Señor ha resucitado. Habrá que tenerles paciencia.

Porque todavía no habían entendido lo que dice la Escritura, que Jesús debía resucitar de entre los muertos” (20,9)

Tengamos paciencia también nosotros, hasta que el Señor nos conduzca a la verdad completa.

Es algo muy grande llegar a la plena alegría pascual.

Dice Mons. Damián Nannini: «la fe en Cristo ResucitadoMirar desde afuera parece una locura. Vivida desde adentro es algo maravilloso, es una certeza que no podemos explicar del todo, pero que llena de alegría el corazón, de luz la inteligencia y de fuerza la voluntad«.

Concluyo con una antigua oración pascual dirigida a la Virgen, el Regina coeli:

“Reina del cielo, alégrate, aleluya. Porque el Señor, a quien has llevado en tu vientre, aleluya. Ha resucitado según su palabra, aleluya. Ruega al Señor por nosotros, aleluya.

Goza y alégrate Virgen María, aleluya. Porque en verdad ha resucitado el Señor, aleluya.

Oremos: Oh Dios, que, por la resurrección de Tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a los gozos eternos.”

Amén.

Ciudad del Este, 17 de abril de 2022

Mons. Guillermo Steckling

Obispo de la Diócesis de Ciudad del Este