Ante la situación vivida actualmente en nuestro país a raíz del COVID-19 los actos de solidaridad se han acentuado en todo el país y nuestro departamento no es la excepción. Alrededor de 300 mil personas han sido alcanzadas por las ollas populares.
Desde el inicio de esta pandemia los trabajos fueron coordinados por la Pastoral Social de la Diócesis de Ciudad del Este con la colaboración de la Itaipú Binacional, la Fundación los Ángeles, varios municipios y la Gobernación de Alto Paraná. En los inicios de la pandemia también se tuvo la colaboración de la Fundación Santa Librada.
“Actualmente tenemos cuatro lugares de acopios que se suman a este gran trabajo de llegar con un pan a las mesas de Minga Guazú, Hernandarias, Pdte. Franco y Ciudad del Este, sumando así un total de 1300 ollas populares”, expresó el P. Eckar Rolón, coordinador de la Pastoral Social de la Diócesis de Ciudad del Este.
Así también desde la Pastoral Social mencionaron que en Canindeyú también se realizan ollas populares con el apoyo de la binacional Itaipú, organizaciones civiles y varias personas de buen corazón pertenecientes a las parroquias de la zona.
Por otro lado también la ayuda ha llegado a los indígenas de Troncal Cuatro y Nueva Esperanza con kits de alimentos y 6500 prendas de vestir, provenientes de la Fundación Santa Librada con la coordinación de la Hna. Francisca, Sierva del Esp. Santo en Troncal Cuatro y Nueva Esperanza.
En relación a la labor solidaria, Mons. Guillermo Steckling, obispo de la Diócesis de Ciudad del Este, destacó la generosidad de las personas que se dedican a ser las ollas populares y las instituciones que ponen el material y toda la logística. “ Como dice el Papa, la iglesia no es una organización de beneficencia y nada más, todo lo que se hace es una parte de la misión de la iglesia, anunciar la buena noticia que consiste en santificar los sacramentos; y también es el ejercicio de la caridad donde más nos necesitan”, concluyó.
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