Hoy la Iglesia festeja el nacimiento de San Juan Bautista, hombre que preparó la venida de Jesús y que luego lo bautizó en el río Jordán. “Por ese tiempo, vino Jesús de Galilea al río Jordán, en busca de Juan para que lo bautizara” (Mt. 4, 13 – 14).
La Iglesia celebra normalmente la fiesta de los santos en el día de su nacimiento a la vida eterna, que es el día de su muerte. En el caso de San Juan Bautista, se hace una excepción y se celebra el día de su nacimiento. San Juan, el Bautista, fue santificado en el vientre de su madre cuando la Virgen María, embarazada de Jesús, visita a su prima Isabel, según el Evangelio. (Catholic.net)
Nacimiento de Juan
A continuación compartimos el relato del evangelista Lucas sobre el nacimiento de Juan Bautista. En tiempos de Herodes, rey de Judea, hubo un hombre que se llamaba Zacarías y su esposa se llamaba Isabel Ellos eran personas realmente buenas a los ojos de Dios: viviían de acuerdo a todos los mandamientos y leyes del Señor. No tenían hijos, porque Isabel no podía tener familia, ya mbos eran ya de avanzada edad.
Mientras Zacarías estaba sirviendo en el templo se le apareció el ángel del Señor. El ángel le dijo: “No temas, Zacarías, porque tu oración ha sido escuchada y tu esposa Isabel te dará un hijo al que llamarás Juan.
Zacarías dijo al ángel: “¿Cómo puedo creer esto? Yo ya soy viejo y mi esposa también”. El ángel contestó: “He sido enviado para hablar contigo y comunicarte esta buena notica, pero tú no has creído en mis palabras. Por esto, quedarás mudo hasta el día en que se realice todo esto que te he dicho”. Días después Isabel quedó esperando familia.
En esos días María se enteró del embarazo de su prima Isabel y fue a visitarla. Entró a la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Al oír Isabel su saludo, el niño dio saltos en su vientre.
Cuando Isabel le llegó su día, dio a luz a un hijo. Sus vecinos querían ponerle por nombre Zacarías, por llamarse así su padre, pero la madre dijo: No, se llamará Juan. Preguntaron con señas a l padre cómo quería que le pusieran. Zacarías entonces pidió una tablilla y escribió. Su nombre es Juan y en ese mismo instante se le soltó la lengua y sus primeras palabras fueron para alabar a Dios.
Juan prepara la venida del Mesías
Luego Juan creció y empezó a predicar su bautismo por toda la región del río Jordán preparando y anunciando la venida del Salvador.
De todos los ambientes venían a Juan, inquietos por conseguir el perdón de Dios. Juan no rechazaba a nadie, sino que exigía de cada uno un compromiso personal de justicia.
Jesús bautizado por Juan.
Un día con el pueblo que venía a bautizarse, se bautizó también Jesús. Y, mientras estaba orando, se abrieron los cielos; el Espíritu Santo bajo sobre él y se manifestó exteriormente con una aparición como de paloma. Y del cielo llegó una voz: “Tu eres mi Hijo, el Amado; tú eres mi Elegido.” (Lc. 3, 21 – 22).
Reflexión
El reino de Dios no empezaría con un llamado a la buena voluntad, uno de esos llamados que no van más allá de las palabras y de las buenas intenciones: se bautizaban hombres que habían roto con sus vicios y, de entre ellos, saldrían los discípulos de Jesús.
De esta manera Juan nos invita a preparar una sociedad solidaria preocupada por dar a todos lo necesario, y no aceptar ciegamente las diferencias nacidas del dinero o de la fuerza: no abusen de la gente.
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