Hoy celebramos el Corpus Christi

Corpus Christi en latín, cuya traducción sería Cuerpo de Cristo, también conocido como Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Esta fiesta tiene como finalidad celebrar la Eucaristía. Pero para entender sus orígenes debemos remontarnos al Jueves Santo, día en que Cristo instituyó la Eucaristía, por esta razón es un día festivo, pero su cercanía con el Viernes Santo, día de su crucifixión y muerte, hizo que la fiesta dedicada a su cuerpo y sangre, presentes en la Eucaristía, tuviera que celebrarse muy modestamente.

A lo largo de la historia muchos cristianos pensaron en cómo darle mayor realce a este momento. Es así que en el S. XIII en la Abadía de Cornillón, Bélgica, surgieron algunas ideas para adorar y enaltecer la figura del cuerpo y sangre de Cristo. Una de estas prácticas fue la exposición y la bendición con el Santísimo Sacramento.

Santa Juliana de Mont Cornillón, desde su juventud había tenido una gran veneración al Santísimo Sacramento y convenció al obispo del lugar para que se dedicara un día a la fiesta del Corpus Christi, y fue así que 1246 en Lieja fue celebrada la primera fiesta en honor al Cuerpo y Sangre de Cristo.

Así también, 1263 un sacerdote de nombre Pedro de Praga, pasaba por un momento de debilidad, dudaba de la presencia de Jesús en la Eucaristía. Y para recuperar su fe emprendió viaje a Roma y visitó las tumbas de varios santos mártires, luego, se detuvo en una pequeña población llamada Bolsena donde celebró la Misa y en el momento de partir la hostia en plena celebración, vio el corporal lleno de sangre.

En aquel entonces en Urbieto vivía el Papa Urbano IV que se enteró de la noticia y encargó una comisión de teólogos para estudiar la veracidad del hecho. Una vez comprobado el milagro el pontífice pidió que le trajeran el corporal en procesión.

Y fue así que en 1264 el Papa Urbano IV movido por el milagro de Bolsena instauró la fiesta del Corpus Christi.

La festividad del Corpus Christi es celebrada el siguiente jueves a la Solemnidad de la Santísima Trinidad, aunque en algunos países, como el nuestro, por razones pastorales ha sido trasladada al domingo.

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