Obispo celebra misa en la festividad de la Inmaculada Concepción de María

Al aire libre y siguiendo el protocolo de salud establecido debido a la pandemia, esta mañana a las 8 horas, luego de la tradicional procesión, Mons. Guillermo Steckling, obispo de la Diócesis de Ciudad del Este celebró la Santa Misa desde la explanada de la Catedral.

A continuación en extenso su homilía:

Queridos hermanos y hermanas:

Cada vez que una nueva criatura es concebida aflora una promesa de inocencia, de vida plena, una promesa de un pedazo de cielo.

Sabemos que los niños después de nacer no permanecen así. Después de poco tiempo aparecen pequeñas maldades, egoísmo, no se quiere compartir, la desobediencia. De dónde viene eso, quién les enseño? Los cristianos sabemos que hay una inclinación innata al mal que llamamos pecado original y amenaza destruir la inocencia desde el principio. Entonces, hay que resignarse? tenemos la esperanza en la virgen María, la esperanza de ser mejor.

Tiempos como los de ahora nos pueden inducir a la desesperación. ¿No van a mejorar las cosas?Algunos piensan que la solución será la reingeniería del ser humano,  habría que reprogramarlo  para que sea imagen y semejanza de no sabemos quién.

Nosotros creemos que Dios hará lo posible en retornar al ser humano a su dignidad original, él nos lo prometió; nos prometió nuestra salvación y no nuestro fracaso. Es por ello que María es el primer cumplimiento completo de las promesas de Dios, en ella ya se hace realidad la respuesta de Dios a esta esperanza de un ser humano mejor, perfecto y fuente de paz. Ella está libre del pecado original, desde su concepción – desde el primer instante de su ser natural – porque Dios la preservó en vista de que será la madre de su Hijo. Por eso, una manera de ver a la Virgen María, es verla como la madre de la nueva humanidad

¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo. Alabanza de Dios. Canten al Señor un canto nuevo, porque él hizo maravillas. … Yo te alabaré en medio de las naciones, Señor, y cantaré en honor de tu Nombre.

Un título que podríamos dar a la Virgen María es Madre de la nueva humanidad, pero la herencia de Adán y Eva no desaparece así nomás, habrá una lucha espiritual. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo. El te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón; eso es la desobediencia, no queremos reconocer a Dios como Padre, no queremos que él nos indique ni diga nada.

La Virgen es todo lo contrario, ¿tomaremos el partido de la Virgen? ¿qué valores serán nuestra meta en la educación de  nuestros hijos?

Escuchar a Dios significa obediencia, confianza. María dijo:Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho.

En este año de la Eucaristía, queremos profundizar mucho más este misterio que el cuerpo y sangre de Cristo están presentes entre nosotros.

Hemos pensado alguna vez si tenemos a Cristo Presente, también la tenemos a su madre? Jesús nace de María, todo su ADN es de ella.

Lo expresa muy bien este canto hermoseado por Mozart en latín:  ave verum corpus natum de Maria Virgine , que significa, este cuerpo lo ha recibido de María.

                   Amén