Este año se celebra la XXVIII Jornada Mundial del Enfermo, instituida por el Papa Juan Pablo II el 13 de mayo de 1992.
El 11 de febrero es la fecha escogida para dicha celebración en coincidencia con la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes.
Esta conmemoración anual tiene como objetivo sensibilizar al pueblo de Dios y, por consiguiente, a las varias instituciones sanitarias católicas y a la misma sociedad civil, ante la necesidad de asegurar la mejor asistencia posible a los enfermos.
¿POR QUÉ EL 11 DE FEBRERO?
Esta fecha tiene un significado muy importante para Juan Pablo II ya que el 11 de febrero de 1984 publicó la carta apostólica “Salvifici doloris” acerca del significado cristiano del sufrimiento humano y, también en la misma fecha pero del año siguiente con el Motu Proprio “Dolentium hominum” el Papa instituye la Pontificia Comisión para la pastoral de los Agentes Sanitarios, que con la “Pastor Bonus” de 1988 pasó a llamarse Pontificio Consejo para la pastoral de los Agentes Sanitarios.
PENSAMIENTO QUE MOTIVÓ AL PAPA
La Iglesia que, a ejemplo de Cristo, siempre ha sentido el deber del servicio de los enfermos y los que sufren como parte integrante de su misión (Dolentium hominum, 1), es consciente de que “en la aceptación amorosa y generosa de toda vida humana, sobre todo si es débil o enferma, la Iglesia vive hoy un momento fundamental de su misión” (Christifideles laici, 38).
CÓMO CELEBRAR EL DÍA MUNDIAL DE LOS ENFERMOS
• Hacer de este día un intenso encuentro de oración y comunión entre sanos y enfermos. Un acontecimiento alegre, testimonial y evangelizador.
• Contar con los enfermos como protagonistas, sin hacerlos pasivos ni manipularlos.
• Hacer que se comprometan en la pastoral sanitaria de manera especial las diócesis, las comunidades cristianas y las familias religiosas.
• Promover la formación espiritual y moral de los profesionales de la salud.
• Favorecer el apoyo del voluntariado y de los equipos de Pastoral de la Salud.
• Recordar la importancia de la formación espiritual y moral de los agentes sanitarios.
• Ayudar al enfermo a valorar, en el plano humano y sobre todo en el sobrenatural, el sufrimiento.
• Recordar la importancia de la asistencia religiosa a los enfermos como derecho inalienable.
• Hacer que los sacerdotes diocesanos y regulares, así como cuantos viven y trabajan junto a los que sufren, comprendan mejor la importancia de la asistencia religiosa a los enfermos.
SUGERENCIAS PASTORALES
CELEBRACIÓN EN LAS PARROQUIAS
• Intensificar el contacto habitual de la comunidad parroquial con los enfermos.
• Preparar la celebración de la Eucaristía y el sacramento de la Unción, contando con los enfermos, agentes de pastoral de la salud, con los profesionales, catequistas y encargados de la liturgia.
• Conferencia de un profesional de la salud sobre el valor de la salud, vida y prevención.
EN LOS CENTROS DE SALUD
• Colocar afiches del Día del Enfermo.
• Difundir mensaje del Papa.
• Anunciar por megafonía la celebración de la Jornada con algunos mensajes.
• Visita personalizada a cada enfermo.
• Celebración de la Santa Misa y/o de la Palabra de Dios.
• Entrega a los enfermos un obsequio o frase entresacada del mensaje del Papa para este Día del Enfermo.
• Con los profesionales: leer y meditar el mensaje del Papa.
• Meditar y orar los textos bíblicos: Lc 10, 25-37; Mt 25, 31-46 y Mc 5,1-20.
• Profesionales de la salud comprometidos pueden dar una conferencia sobre humanización o bioética, presentando el Día del Enfermo.
PARA LOS JÓVENES
• Presentar el Día del Enfermo en la eucaristía de jóvenes y en la catequesis de confirmación.
• Leer, meditar y comentar juntos la Mc 1.40-45.
• Comentar una experiencia humana de dolor y sufrimiento. Analizarla a la luz del evangelio.
• Llevar a cabo una acción y un gesto concreto a favor de un enfermo de la comunidad.
• Visitar una institución de salud.
PARA LOS NIÑOS
• Presentar el Día del Enfermo a los niños por parte de los profesores de religión, catequistas.
• Comentar la jornada en la homilía de la Eucaristía de niños
• Pintar un afiche referente a la jornada.
• Escenificar la parábola del Buen Samaritano (Lc 10,25-37).
• Escribir un mensaje para un niño enfermo, etc.
• Visitar en grupo a un niño enfermo.
PARA LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL
• Actuar activa y creativamente presentando esta Jornada en los medios de comunicación social: radio, TV, prensa escrita, Internet.
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