Palabras del recién ordenado obispo de la Diócesis de Canindeyú, Mons. Roberto Carlos Zacarías López, quien tomó posesión de la nueva diócesis este sábado 02 de marzo en la Catedral, Sagrado Corazón de Jesús de Katueté.
Queridos hermanos en la fe:
Doy gracias a Dios por el “regalo de la vocación”, por confiarme a través del Papa Francisco este “rebaño”, al que cuidaré con mucha entrega y apertura al Espíritu Santo.
Doy gracias en particular al que hasta ahora ha sido su obispo, Mons. Pedro Collar Noguera, a Mons. Guillermo Steckling, al Arzobispo de la Santísima Asunción, Cardenal Adalberto Martínez por acompañarme hoy, al señor Nuncio Apostólico, Eliseo Ariotti; saludos a los hermanos obispos presentes de las distintas diócesis y vicariatos del Paraguay.
Agradezco el acompañamiento de los sacerdotes (los compañeros de mi promoción, 1991), la presencia de los sacerdotes de mi Diócesis de Ciudad del Este , al párroco de Guaira, a los diáconos, a los religiosos y religiosas, a los seminaristas y a todos los agentes pastorales; a mi familia (recuerdo a mis padres: Estanislao Zacarías y María Candelaria y mis hermanos, sobrinos), amigos que vienen de otros lugares, de la Diócesis de Ciudad del Este, de Carapeguá-Ybycuí, de Asunción, Buenos Aires; a los jóvenes (les quiero decir: “No tengamos miedo de amar y dar la vida por Jesús en su Iglesia), y a todos los que me acompañan en este momento.
A las distinguidas autoridades, al Sr. Intendente, Julio Brítez, al Sr. Gobernador Nelson Martínez, a las demás autoridades civiles, militares, judiciales y académicas, y, a cada uno de ustedes les saludo con afecto.
Gracias a los medios de comunicación y a las personas quienes asisten a esta celebración a través de la radio, la T.V. y las redes sociales.
Gracias a todos y a cada uno de ustedes, que desde el primer momento han acompañado la preparación de esta celebración, le han dedicado tiempo y sobre todo han cuidado lo mínimos detalles, para esta fiesta de la Iglesia, de nuestra nueva Diócesis, al equipo coordinador: señor, Celito Cobalchini y señora Nelsi, al equipo de Liturgia, coro.
Reflexión final
Nos abrimos a la luz del Espíritu Santo, quienes iniciamos juntos la nueva y querida Diócesis de Canindeyú, valió el esfuerzo, sacrificio, de quienes hemos soñado la futura diócesis, que hoy es una realidad. Confiamos plenamente en Dios; es Él que hace crecer y desarrollarse a todas las personas quienes depositamos nuestra fe en Él, ya que Él nos ha llamado y somos colaboradores.
Nuestra misión será continuar sembrando, seguir escribiendo las páginas de esta historia, recorriendo el camino junto a quienes han ido preparando y haciendo camino en esta porción de Iglesia.
El Sagrado Corazón de Jesús es el Titular de la nueva diócesis, es y será el centro de la vida y misión de nuestra Iglesia diocesana, desde y hacia donde estarán puestas la vida y misión de su Pastor. Nos marcará una identidad, nutrirá y fortalecerá nuestra espiritualidad.
El Sagrado Corazón de Jesús nos enseña que debemos mirar la realidad de toda tarea evangelizadora desde el corazón de Dios, desde la óptica del Salvador: “El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir” (Mc 10, 45).
Que nuestra Madre la “Virgen María, estrella de la Evangelización” nos guíe hacia el puerto seguro que es Cristo.
Muchas gracias a todos.
Ciudad del Este, 02 de marzo de 2024.
Oficina de Comunicación y Prensa, Diócesis de Ciudad del Este.
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